lunes, 12 de agosto de 2024

Carta al Lic. Andrés Manuel López Obrador, Presidente Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos

 

                                                                             Ciudad de México, a 23 de julio de 2024.

 

Lic. Andrés Manuel López Obrador

Presidente Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos

P r e s e n t e

           

            Por medio de esta misiva, nos permitimos presentarnos Catarino Hernández del Campo, hijo de desaparecidos políticos del periodo de la guerra sucia y la Dra. Adela Cedillo, profesora de Historia de México adscrita a la Universidad de Houston. Nos dirigimos a usted de forma respetuosa para solicitar su intervención para facilitar la búsqueda de los posibles restos de Carmelo Cortés Castro—padre de Catarino—en el Panteón Civil de Dolores. Como lo informase el entonces Subsecretario de Gobernación Alejandro Encinas en octubre del 2023, el mayor hallazgo de su administración relativo a la búsqueda de los desaparecidos de la guerra sucia fue el descubrir que algunos de ellos fueron sepultados clandestinamente en el Panteón Civil de Dolores. La investigación que posibilitó este hallazgo fue originalmente llevada a cabo por la Dra. Cedillo, quien encontró los registros de cinco desaparecidos asesinados en el pueblo de Nepantla en 1974, enterrados como adultos desconocidos en dicho panteón al día siguiente de su ejecución. Ella también recabó indicios de que algunas de las víctimas de la matanza de Tlatelolco pudieron haber sido enterradas ahí y proporcionó a la Comisión Nacional de Búsqueda (CNB) la información sobre ambos casos.

            La CNB tuvo el acierto de explorar los registros del Panteón Civil de Dolores y confrontarlos con otras fuentes, como los registros del Servicio Médico Forense y documentación del archivo de la Dirección Federal de Seguridad (DFS). Es así como se llegó a la conclusión de que hubo un patrón sistemático de enterrar a algunos desaparecidos clandestinamente en ese lugar. Por esta razón, nosotros acudimos a dicho panteón a indagar si Carmelo Cortés Castro había sido llevado ahí. Para nuestra sorpresa, encontramos el registro de un adulto desconocido inhumado el 2 de septiembre de 1975 no en la fosa común, donde se enterraba a los muertos sin identificar, sino en un lote donde se solía enterrar a los bebés en los años setenta.

Carmelo Cortés fue asesinado el 30 de agosto de 1975 y su cuerpo llevado a la funeraria Gayosso, donde los agentes de la DFS esperaban que sus familiares llegaran a recogerlo para llevar a cabo una redada masiva. Sin embargo, en anticipación de la trampa, nadie se presentó. Lo que suponemos que ocurrió después es que la DFS llevó el cuerpo de Carmelo al Panteón Civil de Dolores, inhumándolo en un lote que fuera fácilmente identificable para ellos, en caso de que después requirieran exhumarlo.

            Desde hace veinte años, hemos llevado a cabo la búsqueda sistemática de Carmelo Cortés y Aurora de la Paz Navarro del Campo (desaparecida en 1976). En ese tiempo, Catarino y sus representantes legales han interpuesto diferentes recursos ante la Fiscalía Especial para Movimientos Sociales y Políticos del Pasado, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, la Procuraduría General de la República, la Fiscalía General de la República, la Comisión Nacional de Búsqueda y la Comisión para el Acceso a la Verdad. Además de la búsqueda documental y la lucha legal, Catarino ha contactado a las personas que conocieron a sus padres en el ámbito familiar, estudiantil, laboral y político, tratando de reconstruir un ápice de la historia y la identidad que le fueron arrebatados desde la más tierna infancia. Catarino tenía dos años y su hermano Juan uno cuando sus padres fueron desaparecidos por las fuerzas de seguridad.

Carmelo Cortés y Aurora de la Paz Navarro fueron miembros del Partido de los Pobres de Lucio Cabañas y después formaron las Fuerzas Armadas Revolucionarias en Acapulco, Guerrero. Usted, señor presidente, es un apasionado de la historia y ha manifestado tener conocimiento sobre la lucha legítima de Lucio Cabañas y los hombres, mujeres y niños de condición campesina que lo acompañaron, así que no precisamos informarle sobre estos hechos históricos. Lo que le solicitamos es que intervenga para que tanto la Fiscalía General de la República como la Comisión Nacional de Búsqueda realicen de forma expedita la búsqueda de los posibles restos óseos de Carmelo Cortés en el Panteón Civil de Dolores. Que esta sea la puerta para la búsqueda de todos los desaparecidos que pudieron haber sido enterrados ahí. A casi medio siglo de la desaparición forzada de Carmelo Cortés, usted podría hacer una contribución decisiva a resolver este caso, dándole paz a la familia Cortés y alimentando la esperanza de otros familiares que pudieran estar en la misma situación. No importan las décadas transcurridas, las familias tienen el derecho de reunirse con sus muertos para llevar a cabo los rituales de despedida. Usted, señor presidente, con el poder que le da su investidura, tiene en sus manos la posibilidad de dar un cierre digno a su sexenio en materia de la búsqueda de los desaparecidos de la guerra sucia. 

 

A t e n t a m e n t e

                                                                                        

Catarino Hernández del Campo                                      Dra. Adela Cedillo Cedillo

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